Viareggio

Viareggio, playa y Carnaval…Es habitual escuchar este binomio entre los turistas italianos que llegan atraídos por una o por las dos cosas. Viareggio ha sido sinónimo de ciudad con fama y encanto por donde se mostraba el lujo de principios de siglo XX. Sin embargo, la emblemática ciudad balnearia tiene algo más que les queremos enseñar para los que no estén de paso y tengan unos días apacibles para descansar en la costa Toscana.

Playa de Viareggio con sus siempre presentes hamacas y sombrillas
Playa de Viareggio con sus siempre presentes hamacas y sombrillas

Un poco de historia en Viareggio.

El primer núcleo de Viareggio surgió cuando en 1172 los genoveses y los luqueses, aliados contra los pisanos, levantaron un emplazamiento al final de la Vía Regis, el camino que trazaron en la Edad Media recorriendo la costa norte de la Toscana. De aquí deriva su nombre, si bien no floreció hasta que paso a ser la única salida de los dominios de Lucca al Tirreno en el siglo XVI.

Si continuamos cruzando la ciudad hasta el canal Burlamacca, encontraremos el único vestigio de la ciudad antigua, la Torre Matilde, que el Senado de Lucca edificó en 1544, como decíamos para asegurar la salida al mar que constantemente Pisa pretendía cerrar y ahogar de esta manera a los mercaderes luqueses.

El Café Margherita y la Casa Martini
El Café Margherita y la Casa Martini

Aún le quedaba a la ciudad una gran transformación, iniciada cuando durante la ocupación francesa, la hermana de Bonaparte, Paulina, mando erigir una residencia a pié de mar. Era el comienzo de la época de los balnearios, donde los paseos junto a la playa se convierten en una moda entre la alta sociedad. La explosión llegó en los años 20 y 30 del siglo XX con la moda suntuosa de la burguesía y nobleza.

Estas clases sociales apreciaban mucho el estilo Liberty (nombre del Art nouveau o modernismo en Italia), financiando numerosas villas de veraneo en el paseo marítimo de Viareggio. Las viviendas y palacetes se construyeron donde antes habían estado las frágiles casas de madera que se consumieron en el gran incendio de 1917. Dos que han pervivido y que merecen atención son el Chalet Martini y el Café Margherita. Son los dos más importantes, pero si queremos realizar una ruta modernista que se podría completar con el Cine Savoia de corte neoclásico, el Balena art decó o el almacén Diulio 48 de estilo liberty.

El Viareggio actual es un lugar habitual de vacaciones para toscanos e italianos que encuentran en esta localidad balnearia todos los atractivos para unas vacaciones de sol y relax. Ciudad principal de la comarca de la Versilia, fuera de la estación estival la vida no decae en Viareggio como pasa con otras zonas de veraneo, siendo febrero y en concreto los Carnavales, el momento estelar.

El Carnaval en Viareggio.

El desfile de carrozas de los carnavales se empezó a celebrar en 1952, pero la tradición carnavalera ya venía de 1873, siendo uno de los carnavales más importantes de Italia, sólo detrás del de Venecia. Se caracteriza por las tradicionales carrozas en papel mâché, que reproducen alegorías de la vida italiana son siempre un reclamo para decenas de miles de turistas por esas fechas.

No en vano, ya sólo la denominación del lugar donde se van construyendo, el Hangar del Carnaval, nos da una idea monumental de las dimensiones que adquiere la fiesta en la población costera de la Toscana. En el periodo previo al Carnaval existe la posibilidad de curiosear y visitar el hangar para ver como es la fabricación de las ornamentadas carrozas. La visita la deberemos reservar con antelación. Otro elemento característico es la máscara oficial, llamada Burlamacco, creada en 1930 por Uberto Bonetti.

Carrozas del carnaval de Viareggio
Carrozas del Carnaval de Viareggio

Playas y paseos por el mar, entre naturaleza y cultura.

Además de la concurrida playa, en Viareggio se hace agradable más que nunca el paseo al atardecer, con un gelato en la mano, atravesando la Pineta di Ponente, uno de los raros ejemplos de integración y respeto de un bosque de pinos en plena ciudad.

Museos.

El contrapunto cultural lo pone la Pinacoteca Lorenzo Viani, que en Villa Paolina, la antigua residencia de la hermana de Bonaparte exhibe obras pictóricas. Hay que destacar también el Museo Arqueológico A.C. Blanc.

Otros acontecimientos.

Además del Carnaval, el festival Friendly Versilia se celebra anualmente compartido entre Viareggio otra población. Torre del Lago. Este Festival intenta luchar contra la homofobia y la discriminación sexual, con conciertos, espectáculos y exposiciones de arte.

Como curiosidad, la ciudad que comparte el festival fue rebautizada Torre del Lago Puccini, homenajeando al célebre compositor que vivió los últimos años de su vida aquí en la Toscana.